miércoles, 24 de agosto de 2011

HISTORIA DE LA BRIGATE GIALLOBLU.


Hoy las BG están de camino al otro mundo pero los jóvenes han heredado la reputación de uno de los grupos más temidos, respetados e imitados del panorama ultra italiano. Las BG durante 30 años intensísimos y frenéticos se han visto hace años obligadas a desparecer. Su historia ha sido una historia bastante tormentosa con altos y bajos.
Las Brigate Gialloblu ha sido uno de los primeros grupos italianos en lo que al mundo de las curvas italianas se refiere: mentalidad británica, ser el orgullo de una ciudad, su pasión por el Hellas… El grupo ha tenido20 años de altísimo nivel hasta que su actitud ya no iba de la mano de la realidad en los que ha sido implacable en su modo de ser y de hacer las cosas hasta 1991.
Desde la sentencia que les condenaba por asociación para delinquir pasando por la gran cantidad de diffidas (multas de prohibición de acudir al estadio) después del Verona Cesena hasta otro de los momentos críticos como fue aquel, después de la disolución, cuando la Vieja Guardia pensaba en retornar a la curva y se parecía abrir una nueva etapa en la historia de las BG han sucedido numerosas cosas.


Como escribió Silvio Cametti, autor del archiconocido libro I Guerrieri di Verona (Los Guerreros de Verona), las BG han sido orgullosos estandarte de la ciudad de las escalares (el símbolo de Verona es la escalera de tres peldaños, ciudad de Romeo y Giulietta) congregando centenares de jóvenes que buscaban emociones fuertes, motivación y trasgresión tras aquellas históricas siglas de BG’71 que se anteponían incluso a el Verona. “ Siamo tifosi Della BG” decían.
La particularidad de las Brigate Gialloblu ha sido el ser el grupo más contradicho y vigilado de Italia; de este hecho nace una conocida frase de los ultras veroneses: Contro le ipocresie e i compromessi: oddiamo a tutti (contra las hipocresías y los compromisos: odiamos a todos). Aún así nunca dejan de lado el apoyo al equipo. Un equipo, el Verona, que allá por lo años 70 contaba con jugadores como Zigoni o Busatta o aquel otro que gano el Scudetto en 1984 con Bagnoni. En estos años la curva reforzará la reputación que ya se había creado en la escena ultra europea.


Los tifosi más activos de la curva se sitúan en el 69 detrás de la pancarta I 4 Fedelissimi, que es el embrión de las Brigate. Éstas nacerán oficialmente en 1971 como Calcio Club Verona Brigate Gialloblu. El nombre se tilda del cariz reinante en aquella época en la curva ya que se teoriza sobre la relación del nombre elegido con la presencia notable de gente de tendencias políticas de izquierda. Entre los nombre descartados podemos encontrar Comandos Fedelissimi Gialloblu, desechado por el ya existente Comandos Tigre del Milan.
La organización de entonces era bastante caótica y el modo de tifar evocaba lo más en boga en los años 70: tambores de lata o metal, platillos… bufanda de lana y la aparición de banderas hechas a mano.
Una de las premisas de las BG era presentarse incluso en los partidos disputados fuera de casa con la pancarta del grupo. Hablando de la pancarta hay que comentar que el primer símbolo que aparece en la pancarta del grupo veronés es una calavera. En el 74 se hace un corteo en Brescia (partido de máxima rivalidad regional) y las crónicas del momento sacan a la luz la índole “turbulenta” de los brigadistas en incidentes de Brescia, Bolonia, Vicenza, Milan, Juventus…


La pancarta de las BG aparece en el estadio del Chelsea inglés (desde entonces se guarda una relación bastante amigable y de constante contacto con los supporters del equipo londinense) y el tifo veronés comienza a absorber la fisonomía del estilo británico: en la curva de las Brigate aparece por primera vez en un estadio italiano la Union Jack (bandera de Gran Bretaña) y bufandas a bandas y pancartas escritas en ingles como The Deadly Sinner Club and Hellas Army. En 1977 deciden dejar de lado la antigua pancarta sustituyendo en la nueva la calavera por la escalera de 3 peldaños, símbolo de la ciudad bajo la fecha de nacimiento del grupo (1971).
Ya a principios de los 80 continúan con su actitud irreverente, gran gallardía al enfrentarse a grupos rivales y también la aparición de pancartas ofensivas pero del todo originales que dirigían a las tifoserias contrarias. La gente de las BG se diferencia del resto de aficiones del panorama de entonces como una de las más activas y eclécticas. En este periodo manifiestan un perfil político de derechas hasta el punto de llegar a ser una característica intrínseca a la imagen del grupo. Por otro lado no hay que olvidar que si bien podemos sin duda afirmar el carácter derechista del grupo en la formación y fundación del mismo también tomaron parte integrantes izquierdistas y rude-boys; corrientes aun presentes, en menor medida, hoy en la Curva Sud del Verona donde se sitúan las Brigate GialloBlu.


El culto a las BG se difunde por el mundo ultra italiano. Son ellos los protagonistas con un modo de tifar único: siempre buscando el encuentro con los restantes grupos ultras, como los hooligans. Esto último les hace ser un grupo de ruptura cambiando parte de las culturas italianas también con elementos de coreografía un tanto surrealistas jamás vistos hasta entonces en Italia.
Con el descenso del Verona a la Serie B en 1979 no pierden sus señas y temperamento copando las primeras páginas de los periódicos con sus incidentes con los ultras de Milan o Vicenza. Ya en el 83 el retorno a la primera categoría es el comienzo de una gran rivalidad con el Napoli. Se producirán graves incidentes, pancartas racistas de los veroneses hacia los napolitanos así como pancartas sarcásticas de éstos últimos.
En las Brigate Gialloblu se daba vida a grupos no tan numerosos de la Curva veronesa como podían ser los conocidos Hellas Army que tenían una gran influencia del estilo inglés y también otros como los A.S.U. (Associazione Stalle Umane) que eran unos auténticos locos del tifo, los incidentes y del “vino e birra” como dicen en Italia a los que les gusta hincar el codo. No hay que olvidar a grupos como Onto Golosine o Tartan Army.


Nace con fuerza también entre miembros de las BG el estilo casual fruto sobre todo de la relación ya existente con los Headhunters del Chelsea. Detalle de este hecho es la creación por parte de los veroneses de “calling cards” o tarjetas de visita muy utilizadas por las firms casuals británicas que dejaban a aquellos rivales a los cuales vencían. La de los veroneses, únicos en hacerlo en Italia, evocaba paradójicamente a la realizada por la Inter City Firm del West Ham United (rival tradicional del Chelsea) inglés que decía: Congratulations, you’ve just meet the I.C.F (Inter City Firm). En la de los veroneses se podía leer lo mismo en italiano: Complimenti, hai appena conosciuto le Brigate Gialloblu (Felicidades, acabas de conocer a las Brigate Gialloblu).
En 1986 las BG llegan a los 15 años y el grupo está en la cresta de la ola con el Verona campeón de Italia y viajes europea épicos como el de Salónica en Grecia. Aún así a veces prevalece el carácter político del grupo y se desvanece la originalidad de sus inicios: Brigate Gialloblu y Hellas Verona. Sin embargo su hermanamiento con los ultras del Lecce les quita la etiqueta del grupo más derechista de Italia.
A finales de la década de los 80 las BG copan aún el panorama ultra y vuelven a estar como antes en la cima hasta el fatídico día de los enfrentamientos Milan-Verona de 1991. Dados numerosos y graves incidentes 12 ultras veroneses son detenidos y las Brigate Gialloblu son declaradas fuera de la ley. Como muestra de protesta la Curva se queda vacía con una pancarta en la que se puede leer: Non 12 ma 500 colpevoli ( no 12 sino 500 culpables). Hay que decir que los incidentes tuvieron lugar en el desplazamiento hacia Brescia.
El presidente del Verona Chiampan comienza una campaña de acusaciones y acoso y derribo contra las BG respondiendo éstos con la autodisolución para no tener que rendir cuentas a la policía por el comportamiento de cada uno de los tifosi veroneses. Es entonces cuando mueren las Brigate Gialloblu pero no el espíritu “brigadista”.


Su estilo británico, presente ya desde sus orígenes, marca un nuevo “look” en la Curva Sud veronesa y del mismo modo resaltan nuevas maneras de tifar como el uso de pequeñas pancartas que nutren las vallas creando así un estilo propio de curva un tanto más espontáneo.
Son varios los intentos para poder hacer realidad la vuelta de las BG a las gradas pero ello no llega nunca a suceder. Aún así vuelven a la Curva Sud viejos miembros que acudían durante los años de oro continuando con el modelo único y característico de antaño.
Desde aquí nuestro pequeño homenaje,a una de las curvas más grandes e influyentes del panorama ultra tanto italiano como mundial. Honor a los que quedaron en el camino y los mejores designios para los que en el futuro lo continúen y hagan infinito.